Brindar un servicio educativo al individuo y a su entorno que le permita una formación integral para lograr desarrollarse con éxito y felicidad en el mundo en que le toca vivir, basado en principios cristianos bíblico-evangélicos.
Respondiendo al ejemplo que encontramos de la vida de Jesús en Lucas 2:52, entendemos por formación integral, al desarrollo en las siguientes áreas:
Formación física: desarrollo corporal en sus distintas facetas.
Formación intelectual: desarrollo de la inteligencia, la creatividad y la cultura.
Formación espiritual: desarrollo ético, moral y social en relación con Dios y con los hombres